domingo, 29 de enero de 2012

Es mentira, de verdad


 Ahora, con los Oscars, nos llegará nuevamente la leyenda de cómo los servicios de inteligencia británicos detectaron y capturaron al espía soviético que se había infiltrado hasta su misma cúpula. Una vez más, prevalecerá la ficción sobre la realidad de los hechos, simplemente porque está mejor contada y es mucho más difundida. Es interesante que lo que se pierde en la realidad pueda ser ganado en la ficción, y ésta incida tanto sobre el imaginario de la gente que la ficción termine siendo historia y la historia una referencia que se difumina.
La película es Tinker, Taylor, Soldier, Spy y posiblemente sea estrenada por estos lares con el título que tiene el libro original de John Le Carré: El Topo. Esta nueva versión la protagoniza Gary Oldman (1958), que obtiene con ella su primera nominación al Oscar como mejor actor pese a una larga e intensa carrera. Posiblemente Oldman no se lleve el Oscar pero algo es algo. Las otras nominaciones de Tinker… son a la mejor adaptación y mejor banda musical. Eso es lo que importa: el boato de las nominaciones. El personaje que hace Oldman, George Smiley, es más famoso que el actor: está en ocho novelas de Le Carré desde su primera de 1961, Llamada para el muerto. Este ficticio agente de la inteligencia exterior británica tiene su propia entrada en varias enciclopedias, se fija su nacimiento en 1908 o en 1915 “según la cronología revisada”, dice Wikipedia, habría sido reclutado en 1928 y en 1945 se casa con una bella, aristocrática y libidinosa secretaria del servicio de inteligencia, Lady Ann Sercombe, “la última ilusión de un hombre sin ilusiones”, dijo la la contracara soviética de Smiley, Karla. “Así que para él el amor es una ilusión”, comentaría Smiley.
Es la ficción hecha realidad para ganar la guerra perdida. En Tinker…, la conspiración del infiltrado desplaza a Smiley del servicio (bautizado The Circus porque todo tiene motete en ese mundo, reflejando la ironía británica y su resignada aceptación de la decadencia del imperio), y llamado nuevamente para detectarlo en una investigación oficial pero exterior al propio servicio. Esta séptima novela suya, de 1974, fue motivo en 1979 de una excelente serie televisiva para la BBC con sir Alec Guinness como Smiley, que ahora tiene una nueva versión con la película y me temo que, en comparación, el papel le haya quedado grande a Gary Oldman. En 1982, Guinness vuelve a ser Smiley basándose en la novela de Le Carré ‘Smiley’s People’ de tres años antes, esta vez para destruir al propio Karla a partir de que sabe que para él el amor es una ilusión. Todo es posible en la ficción, y si no es posible, se ignora: es así que Hollywood, que tanto nos ofreció, no haya parido película alguna en la que los estadounidenses realmente perdieran la guerra de Vietnam, un trauma aun vigente para ellos 37 años después de su derrota.
Las tramas se basan, con versiones en las antípodas de los hechos, en la infiltración de la inteligencia británica por integrantes de la elite británica reclutados por la URSS en su época universitaria, el grupo llamado The Cambridge Five. Como la verdad es un poliedro y nunca se termina de saber en estos menesteres, parece que eran seis y no cinco, y sólo parece que Kim Philby (1912-88) era el más importante. En todo caso, es el que llegó efectivamente a la dirección del MI6 y motivo de las novelas en cuestión. No sólo eso: en setiembre de 1949 fue representante del MI6 en Washington y enlace con la CIA. La inteligencia británica venía muy golpeada por los alemanes en hechos previos a la segunda guerra mundial y no supo lidiar con las luces amarillas y rojas. Entre ellas, en 1938 el desertor de Moscú Walter Krivitsky señaló la existencia de tres infiltraciones, y una de las pistas hubiera conducido a Philby. En 1941, el estadounidense James Angleton, luego jefe de la CIA, sospechó de él pero nada se concretó y durante la misión de Philby almorzaba una vez por semana con él. En 1951, dos integrantes del grupo de Cambridge huyeron a Moscú y en octubre de 1955, el canciller Harold Macmillan blanqueó de sospechas a Philby ante el parlamento británico. El 28 de agosto pasado, 57 años después, BBC reveló que los británicos no querían reconocer ante sus primos estadounidenses el tremendo daño que significaba la verdad de un Philby de los soviéticos porque querían ser parte del club nuclear, cosa que, según la versión anterior, lograron por sus propios medios en 1952 y en 1958 firmaron el acuerdo de defensa mutua con EEUU, lo que los apoyaría por ejemplo en su triunfo en Malvinas en 1982. Recién en 1965 le retiraron el título de oficial de la Orden del Imperio Británico (OBE) otorgado en 1945.
Para ocultar a Philby, en 1956 los británicos lo desvincularon del servicio secreto y lo enviaron a Ankara. En 1961, un nuevo desertor soviético, Anatoliy Golitsyn, dio más elementos en contra de Philby y a fines de 1962 el oficial del MI6 Nicholas Elliot obtuvo una confesión verbal de Philby. Jamás llegaría a firmarla: el 23 de enero de 1963 huyó a Moscú por una vía no precisada. Al parecer, no lo recibieron con los brazos abiertos temiendo que volviera a huír. Sus memorias, ‘Mi guerra silenciosa’ se publicó en Gran Bretaña en 1968 y en la URSS recién en 1980, de cuando es también la reivindicación oficial de su figura. Desde Moscú, pidió que le enviaran, entre otros, los libros de su antiguo compañero en el MI6 Le Carré, seudónimo literario de David John Moore Cornwell. La historia oficial es que Moore Cornwell dejó el MI6 en 1963, cuando su tercera novela, El espía que volvió del frío, logró ser best seller, y luego una buena película con Richard Burton. Es posible. No se difundió qué hacía en el MI6 ni cuan eficaz era, pero pingües servicios le prestó al MI6 y a la corona al transformar derrota en victoria con sólo su pluma.

domingo, 15 de enero de 2012

Locales del FA, PS y PIT son exonerados de contribución inmobiliaria



La Intendencia Municipal de Montevideo exoneró del 100% de la contribución inmobiliaria a inmuebles que son sede del Frente Amplio, del Partido Socialista y de la central sindical PIT-CNT, según documentación disponible. Las exoneraciones llegan a ser retroactivas hasta por lo menos 1993, se constató una firmada en 1999 por Hugo Díaz, entonces director general del Departamento de Recursos Financieros y la política continuó con la gestión de Ricardo Ehrlich, iniciada en 2005, y la actual de Ana Olivera, quien lo sucedió en el cargo.
La documentación localizada son cinco resoluciones pero hay indicios en una resolución que se transcribe de que es una política vigente al menos desde 1995, y ameritaría un pedido amparado en la ley de acceso a la información pública para determinar sus alcances y costos para el erario público. En cuanto a sus fundamentos formales, son básicamente dos: uno constitucional y otro, una resolución municipal a la que no se pudo accede en la web de la IMM.
El listado de la totalidad de locales políticos y sindicales (características de los tres casos localizados) que son exonerados de contribución inmobiliaria y su fundamento es una información necesaria para que el contribuyente se forme criterio sobre la calidad política de decisiones que paga, y su publicación sistemática, parte de la la transparencia de la gestión.Restringir la posibilidad de divulgación a los alcances de la ley de acceso a la información pública sería un desafío a la imaginación del contribuyente, que debe adivinar las excepciones a la normativa sobre las cuales inquirir
La información disponible establece que por resolución 622/09 del 19 de febrero de 2009 se exoneró de forma retroactiva por el período 1997-2008 al local de 18 de Julio 2190 del PIT-CNT y al Instituto Cuesta Duarte, considerándolos una única institución cultural y amparándose al efecto en el artículo 69 de la Constitución. A esa fecha son $19.963 anuales y la firma Ricardo Ehrlich. No se mencionan costos por multas y mora.
En cambio, por resolución 4195/11 del 12 de setiembre de 2011 se exonera a la sede del Partido Socialista, Soriano 1218, de contribución inmobiliaria por el año 2011, $20.286. Se lo hace al amparo de lo establecido en el Decreto No. 15.706, reglamentado por Resolución 3757/88. En la resolución consta que ya había sido exonerado de contribución inmobiliaria los años 2007-10, según Resolución No. 4431/10 de 27 de setiembre de 2010. Esta resolución no figura en las firmadas por la intendenta en esa fecha, según la web de IMM: http://www.montevideo.gub.uy/aplicacion/resoluciones-0, en captura del 15 de enero.
Esa misma resolución 3757/88 es invocada para exonerar, por resolución 2554/99/2000 del 5 de agosto de 1999, al Partido Socialista del pago de las contribuciones inmobiliarias por los años 1993-99 de los inmuebles de Soriano 1218 y 1220. La firma Hugo Díaz, Director General del Departamento de Recursos Financieros. En la página web de la IMM no se puede acceder al texto de esa resolución, ni por fecha ni por número.
En sus considerandos, la resolución expresa: “VISTO: la gestión del Partido Socialista del Uruguay solicitando exoneración de pago del impuesto de Contribución Inmobiliaria que grava al inmueble de su propiedad padrón No. 8.625, ubicado en la calle Soriano Nos. 1218 y 1220;
RESULTANDO: que el Servicio de Ingresos Inmobiliarios informa que al inmueble padrón No. 8.625 le corresponde un porcentaje de exoneración del 100% del impuesto de Contribución
Inmobiliaria, al amparo del Decreto No. 15.706, reglamentado por Resolución No. 3757/88 del 31 de mayo de 1988, estableciendo la exención de sólo un local por Partido, por el período comprendido entre el ejercicio 1993 DU y el 31 de diciembre de 1999;
“CONSIDERANDO: 1o.) que la Dirección de la División Administración Fiscal entiende que corresponde exonerar del pago del impuesto de Contribución Inmobiliaria al inmueble padrón No. 8.625, propiedad del Partido Socialista del Uruguay, por el período comprendido entre el ejercicio 1993 DU y hasta el 31 de diciembre de 1999;
“2o.) que por Resolución No. 580/95 del 20 de febrero de 1995 el señor Intendente Municipal de Montevideo delegó en el Director General del Departamento de Recursos Financieros, la facultad de dictar resoluciones cuyo objeto hubiera sido previamente autorizado o facultado por la Junta Departamental de Montevideo, mediante decretos que oportunamente se  hubiesen promulgado por este Ejecutivo”, etc.
De este texto surge que se trataría de una política de la IMM y que está en ejecución al menos desde 1995, cuando asumió la intendencia Mariano Arana. 
Por resolución 266/05/2000 se exoneró a la sede del Frente Amplio, Colonia 1367 de la contribución inmobiliaria correspondiente a 2005, por $42.708, y en la resolución consta que ya lo fue los años 2003 y 2004, y se basa en el mismo decreto que los casos anteriores, 15.706. La firma Enrique Cabrera,  director general del Departamento de Recursos Financieros.
Al Frente Amplio se lo vuelve a exonerar del pago de la contribución inmobiliaria por el año pasado de su sede de Colonia 1367, por resolución 3953/11 del 29 de agosto de 2011. Es por valor de $53.397. En la resolución consta que ya lo fue en el año 2010, y la firma Ana Olivera. 

miércoles, 4 de enero de 2012



Sobre el dolor sin odio que encontré en Vietnam

Por favor remóntenme al pasado remoto,
Entre la fermentada oscuridad que cubre el campo.
Soy un pájaro nacido al comienzo del ocaso, al final del alba.
No puedo aún cantar; mi pico inflamado picotea susurros.
Vuelo a través de campos primaverales lleno de pesadumbre,
A través de estrellas de ojos abiertos cuyas lenguas no brotan todavía.
Saludo al murciélago del alba, a la alondra de la oscuridad;
El cementerio de mis antepasados me saluda.
Cierro mis alas rotas sobre los aniversarios de mis ancestros difuntos
Y miro ríos de velas desbordarse.
Mis ancestros han estado despiertos mucho tiempo, mientras que yo dormía,
Arrullado por el sonido de cornos de gargantas rotas.
El agua de arroz preñada está entristecida;
La percha que asciende anhela tener piernas.
Soy un pájaro, mudando tarde y practicando tonos con mi suave pico
En el roto goce de tambores sobre el horizonte.
Estoy a la espera de una canción hecha de arroz cocido con agreste hierba
Y el triste huevo duro pelado por los muertos hoy.

Nguyen Quang Thieu